Proyecto pictórico, fotográfico que cobra sentido como instalación, en el que se investiga sobre la representación de la persona desde la memoria, como tema central.
Se trata de una aproximación subjetiva a la esencia de la persona, y a su relación dentro de un grupo, a través de un intento de recordar a nuestros seres queridos a través de fragmentos de los recuerdos de sus gestos y expresiones más característicos que aparecen en nuestra memoria.
Las series de fragmentos de partes del rostro a partir de fotografías traspasadas sobre los acetatos ayudan a construir lo que a veces el tiempo y la distancia borran.
La instalación nos da una imagen mental de la representación de un grupo, de las conexiones entre ellos y además nos recuerda la relación actual de las personas, separadas por pantallas diversas, reales y virtuales, mascarillas; que hacen que el recuerdo quede difuminado, a veces borrado y siempre distorsionado.